El hígado graso es una enfermedad cada vez más común en el mundo. Junto con las hepatitis virales, constituye la mayoría de los problemas hepáticos actuales. Exploraremos sus causas, síntomas y opciones de tratamiento.
¿Qué es el hígado graso?
El hígado graso, o esteatosis hepática, es una acumulación excesiva de grasa en las células hepáticas, afectando a más del 5% del hígado. Desde su forma inicial, conocida como esteatosis simple, hasta la inflamación hepática (hepatitis) y, en los casos más graves, la cirrosis y el cáncer de hígado, esta condición puede variar en gravedad.
Prevalencia
El hígado graso no alcohólico (HGNA) es la enfermedad hepática más común, afectando aproximadamente al 20-30% de la población en Europa y al 25% en España. Por otro lado, la enfermedad hepática alcohólica (EHA) es menos común pero más grave, siendo la principal causa de cirrosis hepática y con una alta tasa de mortalidad.
Tipos de hígado graso
Se divide principalmente en hígado graso alcohólico y no alcohólico. Mientras que el primero está estrechamente ligado al consumo excesivo de alcohol, el segundo se asocia con la obesidad, la resistencia a la insulina y otros factores metabólicos
Causas
El HGNA está estrechamente vinculado al aumento de la obesidad a nivel mundial, resultado de una dieta alta en calorías y grasas saturadas. Se cree que la resistencia a la insulina juega un papel fundamental en su desarrollo, causando la acumulación de grasas en el hígado y, eventualmente, la inflamación y la cicatrización del tejido hepático.
Síntomas
Los síntomas del hígado graso pueden variar desde una leve molestia hasta complicaciones graves como la cirrosis. Los pacientes pueden experimentar desde una sensación de malestar general hasta ictericia, dolor abdominal y acumulación de líquido en el abdomen.
Tratamiento
El tratamiento del hígado graso depende de su causa y gravedad. Para el hígado graso alcohólico, la abstinencia del alcohol es fundamental, mientras que para el no alcohólico, cambios en la dieta y el estilo de vida son cruciales. La pérdida de peso, una dieta rica en ácidos grasos monoinsaturados y ejercicio regular son recomendaciones comunes para su manejo.
Conclusión
El hígado graso es una condición cada vez más prevalente, pero con cambios en el estilo de vida y un tratamiento adecuado, se puede controlar eficazmente. Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas relacionados con el hígado graso y seguir las recomendaciones del médico para prevenir complicaciones graves
BIBILIOGRAFIA
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David Sanchis
GRADUADO EN NUTRICIÓN HUMANA Y DIETETICA UV
Nº DE COLEGIADO 1863
ASESOR EXPERTO EN DOCTORALA
COLABORADOR CON REVISTAS NACIONALES (MIA - LECTURAS - MENS HEALTH ... )
